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Camal clausurado en la parroquia de Yaruquíes

Desde la puerta de una vivienda de la parroquia Yaruquíes se podía percibir un olor nauceabundo. Al ingresar, el panorama era de total insalubridad. Perros y gatos de todos los tamaños, pollos muertos en el piso, agua empozada, costales de sal en grano, basura, entre otras cosas más. Al fondo se encontraba una especie de covacha y en la puerta de esta un sello de la Comisaría Municipal de Riobamba.

Entrada
Adentro la situación empeoró todavía más. Había baldes grandes y en algunos de ellos vísceras en total estado de descomposición, el hedor era insoportable y una cantidad impresionante de moscas. Las personas que fueron parte de este recorrido no pudieron permanecer más de dos minutos al interior de este lugar por las condiciones infrahumanas y sobre todo por la pestilencia.
Operativo
Fue en la noche del jueves, a las 22:30 h, cuando tras la denuncia de varias personas, miembros de la Comisaría de Salud, llegaron hasta este lugar y lo clausuraron en medio de las protestas de quienes residían en este lugar. Según se dio a conocer, todos estos implementos serán retirados en las próximas horas, para evitar que la materia prima salga a la venta. No se sabe exactamente si se hacían embutidos o chicharrón y luego se los expendía en diferentes zonas de Riobamba. Las sanciones ya fueron ejecutadas, aunque las investigaciones continúan hasta determinar exactamente lo que se hacía en este lugar, además de solicitar a la ciudadanía que si conocen lugares como este, los denuncien.
Explicación
El comisario Vicente García manifestó que tras la denuncia, de manera inmediata, se trasladó hasta esta vivienda Ramiro Espinoza, director de Justicia y Vigilancia; Geovanny Bonifaz de Higiene; William Luzuriaga, administrador del Camal, Roy Mejía, asistente de la Alcaldía, inspectores sanitarios, miembros de la Policía Nacional y de la Comisaría Municipal, a quienes en un primer momento no se les permitió el ingreso, pero tras algunas conversaciones, se solicitó a los dueños de la vivienda que les entreguen el permiso de funcionamiento que no poseían. “Es un lugar no adecuado, sucio. Se ven fritos, quintales de sal, el producto en estado de putrefacción y manteca por todo lado”, comentó García, quien indicó que en la parte de atrás, al parecer, también existe un despostadero.
Inspector
José Castillo, inspector de higiene, comentó que el seguimiento se lo hizo durante tres meses y que todas las vísceras eran utilizadas para la creación de embutidos, además que el producto de rechazo era arrojado al sistema de alcantarillado, por lo que colapsó. FUENTE: laprensa.com.ec | Riobamba

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