Provincia

MIES aporta en el desarrollo integral de 20 personas con discapacidad en el Centro Jesús Resucitado de Penipe

“Aquí se vive y se trabaja con amor. La discapacidad la transformamos en capacidad, oportunidad y creatividad”; es el lema del Centro Jesús Resucitado de la Comunidad  Capodarco del cantón Penipe en Chimborazo. Esta casa trabaja en convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social MIES para el fortalecimiento de habilidades físicas e intelectuales de las personas con discapacidad física, además de brindarles ayuda espiritual.

El Gobierno Nacional a través del MIES, invierte aproximadamente $120.000 dólares anuales para la atención de 20 personas con discapacidad, mediante la modalidad referencia y acogida. Este rubro se destina al pago de la alimentación, servicio médico, capacitación y el salario de trabajadores del área de limpieza y apoyo.

Al ingresar al centro Jesús Resucitado se destaca el “Mural de la Vida”, representado por una persona en silla de ruedas y en la parte posterior se posesionan alas, que impulsan a volar hacia los sueños, trabajo, familia, amor y alegría.  El director, Lenín Merino explica  que es una forma de trabajar el proceso emocional de los usuarios, pues al llegar, no cuentan con la autoestima suficiente para afrontar las adversidades de la vida. “El mural busca incentivar y motivar a las personas a salir adelante ya que la discapacidad se puede transformar en una oportunidad de vida en donde la alegría e ingenio deben primar”.

Bajo estas consideraciones y como medio de fortalecimiento de capacidades y habilidades, el centro cuenta con la fábrica de calzado VINICIO, además de espacios para la elaboración de tarjetería y artesanías en arcilla.

Geovanny Pichisaca, persona con discapacidad física, oriundo del cantón Cumandá, cuenta que desde que llegó a la comunidad se ha recuperado psicológicamente. En la actualidad estudia Gestión y Transporte en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH). “He logrado superar todo tipo de barreras y complejos y a futuro me veo como un buen profesional aportando significativamente a la sociedad y mi familia”, expresa.

En Chimborazo, 4.290 personas con discapacidad en condiciones de pobreza, extrema pobreza y vulnerabilidad reciben la pensión por discapacidad y otras 939 son atendidas con servicios sociales bajo la modalidad de atención domiciliar, centros diurnos y residenciales.

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